Arturo Beleña Porto
Datos biográficos y académicos
El profesor Beleña Porto (1873-1937) es el cuarto catedrático que ocupa plaza en la Cátedra de Física y Química del Instituto Zorrilla. Se mantiene como titular durante 19 años, de 1918 a 1937. Representa pues uno de los catedráticos de mayor permanencia en esta materia.
Inicia su vida académica desempeñando el cargo de profesor ayudante de Física y Química en la Universidad de Valladolid, con apenas 20 años, el 22 de diciembre de 1893. En dicha situación permanece durante 8 años. A partir de 1902 desempeña las funciones de Auxiliar de la Cátedra de Química y profesor de prácticas en esta Universidad durante otros 3 años hasta el 19 de marzo de 1905.
La renuncia al cargo en la Universidad se propuce al obtener la cátedra de Física y Química del Instituto de Jerez “por oposición y propuesta unánime del tribunal”, tomando posesión el 20 de marzo de 1905. De allí pasó al de Jaén por traslado (nombramiento 9 agosto 1905 y toma de posesión de 19 de septiembre). De Jaén pasará a Palencia un año más tarde (nombramiento 18 septiembre 1906 y toma de posesión de 1 de octubre).
En el Instituto de Palencia ejerce diversos cargos (Vicesecretario, Bibliotecario, Secretario, director de la Estación Meteorológica). Un pleito por motivo de derechos de examen con el profesor Larrea, aunque finalmente ganado por él (1917), parece determinar la petición de traslado a otro centro en 1918. Parece lógico considerar que, dada la relación profesional y familiar con Valladolid, mantuviera contacto con el Catedrático del Instituto de Valladolid, D. Federico García Llorca. El estado de salud de éste y el hecho de que su hijo, Eduardo García Rodeja, acabara de obtener la cátedra en el Instituto de Jerez de la Frontera, pudieran ser los argumentos para hacer una jugada a tres bandas. Entonces el profesor Beleña Porto solicita el traslado al Instituto de Málaga. Al serle concedido, sin desplazarse hasta aquella ciudad, toma posesión de la plaza en el propio Instituto de Palencia y, a continuación, realiza la permuta con García Llorca. Conclusión: García Llorca aterriza en Málaga dispuesto a beneficiarse de un clima más benigno que haga más llevaderos sus males físicos, y Beleña Porto entra en el Claustro del Instituto de Valladolid sin moverse apenas de la silla. Ignoramos la razón por la que no realiza García Llorca la petición directa de traslado al Instituto de Málaga. Su mayor antiguedad y posición en el escalafón le darían ventaja sobre Beleña. Cabe sospechar que una buena relación entre ambos garantizaría que Beleña accediese a la plaza de Valladolid, eliminando a posibles competidores. La relación entre ambos parece tanto más evidente por cuanto Beleña aparece en el tribunal de Cátedras de 1914 en el obtiene plaza para el Instituto de Cabra (Córdoba) el segundo hijo de García Llorca, Vicente García Rodeja.
La actividad académica de Beleña en el Instituto de Valladolid apenas da muestras destacables. En 1923 es nombrado Vicedirector y en 1928 participa en otro tribunal de oposiciones en la Universidad Central de Madrid en el que se va nombrar a la primera catedrática de Física y Química: Jenara Vicenta Arnal. En dicho tribunal, presidido por Luis Bermejo, estaba también Julio Monzón.
Beleña Porto fallece el 31 de marzo de 1937, en plena contienda civil, contando con 64 años de edad.
Trabajos y publicaciones
A diferencia de su predecesor, Beleña Porto es más hombre de la Química que de la Física. Puede que por este motivo no hayamos localizado material científico relacionado con la Física y sí, por el contrario, un pequeño equipamiento de química justamente el año 1918 en el que se incorpora al centro.
He aquí algunos de sus trabajos:
- "Acción analítica del nitroprusiato sódico para separar los metales Ag, Hg, Pb, Cu, Bi y Cd cuando se encuentran mezclados al estado de sulfuros" (1905)
- Elementos de Química, Tip. Cuesta, Valladolid, 1919.
- Nociones de Química general, 2ª edición, Tip. Cuesta, Valladolid, 1926.
- Complemento a la obra de Química general para contestar al cuestionario del Bachillerato Universitario, Tip. Cuesta, Valladolid, 1928.
- Modelo de Ozonizador: Con motivo de el 5º Congreso de Ciencias, organizado por La Asociación Española para el Progreso de la Ciencia, celebrado en Valladolid, de 17 al 22 de octubre de 1915, el profesor Beleña presenta este aparato construido por él mismo en el Instituto de Palencia (donde ejercía en esos momentos). Es una contribución singular, dado que no hay aportaciones semejantes de otros Institutos y solamente equiparable a algunos elementos presentados por Escuelas de Ingenioros, Militares o semejantes. Hay que indicar que, aunque el propio Beleña escribre en el póster explicativo que su ubicación es en la sección VIII - Ciencias aplicadas, en el volumen X de actas del congreso correspondiente a dicha sección, no hay mención alguna. Sí aparece en el Catálogo de la Exposición de Material Científico, una especie de Anexo, de algo más de 90 páginas, a los extensos volúmenes de actas (hay un total de 10, algunos de los cuales superan las 500 páginas).
En la página 60 de dicho Catálogo aparece una modesta referencia: INSTITUTO GENERAL Y TÉCNICO DE PALENCIA - Ozonizador del Catedrático D. Arturo Beleña, construido en el Laboratorio de Química del Instituto. No hay más descripciones.
Sorprende hallar, en las primeras páginas de este Catálogo, las siguientes referencias:
- Núm. I: AJEDRECISTA TORRES QUEVEDO. Modelo de ensayo y demostración.
- Núm. II: SINTETIZADOR TORRES QUEVEDO
- Núm. III: TELEKINO TORRES QUEVEDO
- Núm. IV: MODELO DE TRANSBORDADOR FUNICULAR TORRES QUEVEDO
No cabe duda de que el modesto Ozonizador de Beleña hubo de estar muy bien acompañado.
Leyenda inferior del póster del Ozonizador:
A - Telas de latón con puntas sacadas de ellas mismas.
B - Alambres de cobre que cosen los bordes de las telas y sirven de reóforos.
C - Tapones de Corcho parafinados
T' - Tubo de vidrio que evita la descarga entre los dos reóforos.
F - Frascos bocales de laboratorio
T - Tubos de entrada y salida de Oxígeno y Ozono.
E - Escotadura en el tapón de frasco interior.
Las telas metálicas se adhirieron al interior de cada frasco por la fuerza elástica de dos muelles de reloj arrollados en sentido contrario de su elasticidad.
El Catedrático de Química
Arturo Beleña
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